domingo, 25 de enero de 2015

AURORA LUQUE, Fabricación de las islas, (Poesía y metapoesía), La cruz del sur, Pre-textos 2014, Prefacio de Manuel Caballero Bonald. Selección y estudio de Josefa Álvarez Valdés.


Fabricación de las islas es una antología poética con una línea argumentativa: la reflexión sobre la misma poesía, sobre su origen, sobre su esfuerzo y sobre la lectura, centrada en la creación de Aurora Luque (Almería 1962).
La selección y el estudio de Josefa Álvarez Valdés es simplemente magnífica. La antóloga se transforma en la Ariadna de los rincones y pasadizos que encontramos en la obra completa de la autora de Almería.
Aunque factible, sería un grave error leer el presente volumen como un mero acercamiento a la poesía de la muy conocida Aurora Luque. Háganlo si no conocen a la poetisa, pero no dejen de leer la magistral clave de la introducción. En muy pocas páginas esenciales (imposible cansarnos) desentraña no sólo ese hilo argumental que guía la antología, sino que desvela los sutiles y complejos mecanismos que se ponen en marcha cuando leemos poemas cuyo asunto es la propia creación poética. La paratextualidad y cómo transforma la interpretación de los poemas es sólo uno de ellos
Podemos encontrar la poesía dentro del poema de diversas formas: como referencia explícita, directa, una cita (ya sea de un poema, un poeta, una dedicatoria...) o como inferencia implícita, paráfrasis, recreación o inspiración basada en un topos, un tópico común, un mito, un motivo o una imagen reconocible sólo para los iniciados; pero también como reflexión de lo leído y de cómo transforma nuestra experiencia hasta el punto de transformarnos en literatura.
Otro asunto brillantemente glosado por la introductora en la obra de Aurora Luque es la conciencia de que sólo podemos repetir motivos ya poetizados en la antigüedad, (la imposibilidad de lograr la originalidad, nada nuevo puede ser dicho) sólo quedan a nuestro alcance sus cenizas, tópicos y palimpsestos, de tal manera que el poema se transforma, a veces, en comentario literario.
Me gustan las diferencias que encuentra con el culturalismo de los Novísimos y con la poesía de la experiencia (comentando el poema Terraza p.28 y 57, o el poema Epigrama del poeta joven, p 29 y 108) o la reflexión sobre la hybris en el arte (castigo de Nemesis o implicación órfica del lector). La ficción poética, la crítica literaria y el mismo cuerpo en el recuerdo, fundidos.
En fin, la introducción de Josefa Álvarez Valdés explica con profundidad la construcción de las islas Icarias en las que se han precipitado los poemas caídos desde el deseo, la sabiduría, el anhelo de eternidad, la ambición sacrílega que alberga la poesía de Aurora Luque.
Echo de menos en esta cuidadosa antología el poema Lotofagia (de Transitoria), citado en la introducción, pero no transcrito. En él se comienza constatando que Tardamos tanto a veces  / en entender un verso releído... y termina lamentando que Tardan tanto los versos releídos / en encontrar el cuerpo que los narre. Entre ambos, nos hace ver que Homero escondió la trampa en la que el lector Odiseo es tentado por la adicción y el olvido entre los libros, los lotos y los lectores transitados, transformados en mero instrumento de la voluntad de los versos.  Una reflexión sobre la lectura, sobre la poderosa y persistente influencia que proyecta sobre la vida práctica de todo lector, sobre la transformación que sufre (la vida es un libro). Nada vuelve a ser lo mismo después de conocer a algunas personas o de leer algunos libros. llegaríamos a sus últimas consecuencias considerando que el encuentro de dos personas es el encuentro entre dos textos, o quizás, entre dos textos construidos con muchas lecturas, (metatextos). Esa influencia oscura, subterránea es la que se manifiesta, inesperada en Aviso de correos haciendo emerger a Pandora a la llegada de un envío postal.  La lectura transforma la mirada de los lectores del presente y del fututo llegando a lo más hondo. También se encuentra ese influjo físico de la poesía en el poema Cabo de Gata, transformando los olores en irónica queja (acosados por fragancias de diseño; Orfeo, olvidado, debe volver para hacernos vivir directamente la experiencia) o en El fantasma de Evergreens, al afirmar que los poemas son solamente cápsulas aditivos, morfinas, antibióticos. En Metapoesía encontramos un elogio intrahistórico de la lectura cuando transforma una lápida desconocida en lectora eterna de Dickinson. Después de leer los poemas de Aurora Luque no ves la playa, el viaje, el mar, la arena o la isla que ven todos. Las lecturas cambian la mirada para siempre. ¡Arriésguense a abrir este libro!

domingo, 11 de enero de 2015

ANTONIO PRAENA, Yo he querido ser grúa muchas veces, XXVI Premio Tiflos de Poesía, Visor, 2013.


Los poemas de Antonio Praena describen un mundo sutil, aéreo y transparente que, como el de Anaxímenes, manifiesta que todo es aire.  En cada uno de los siete pasos líricos en que Antonio Praena divide su poemario se condensa parte de la extraña experiencia que llamamos vida siguiendo como motivo simbólico el viento y sus criaturas:

En Horas de vuelo encontramos las únicas y paradójicas bases fiables de nuestro conocimiento del mundo: las más inciertas. (Quizás un avispado Anaxímenes lo llamase rarefacción). Cualquier seguridad es ilusoria (sobre todo en el vuelo donde no hay otro camino que el que Machado cantó); vivimos a bordo de palabras sin deriva; no sabe del amor quien vuelve vivo, llega a decir Praena. Termina ensalzando esa inseguridad transcendente y vital: Un desmayo muy dulce nos embriaga, / una clara ignorancia definible según se acerca el vuelo en donde todas las referencias son inútiles.

Pájaro de providencia reúne situaciones en las que la casualidad, una eventualidad o las más pura serendipia, encadenan experiencias y saberes transcendentes y hasta inefables, en todo caso imperceptibles para quien no sintoniza con ese vuelo, ese sutil espacio.

Pájaro de esperanza descubre que somos puro deseo, afán de coleccionista (reflexión que comparto). En Vuelo, el deseo de supervivencia es trascendido por la palabra con que queremos condensar el viento de Anaxímenes; es ese extraño empeño, esa querencia de vértigo, tu anzuelo de esperanza (en Contranatura). Sorprende y refresca en su contexto la irónica reivindicación de la gramática parda en Lugares comunes y se cerrará con un esclarecedor centón, Collage con esperanza.

En El amor de los pájaros, se desarrolla la analogía entre el mundo aéreo de las aves y la vida humana. El poeta revela las conexiones entre la humilde materia de que estamos hechos y los sueños de nuestras expectativas más altruistas, el misterioso poder generador de la mujer (hacer perpetuo un vuelo que no es suyo de Ruah, espíritu) especialmente conmovedor en el diálogo  que se plantea en Tu vientre. En esta parte encontramos Grúas, uno de cuyos versos da nombre al libro, original poema con un hermoso y actualizado aire franciscano que recuerda la imagen del Príncipe feliz de Oscar Wilde.

Stripper plantea un ingenioso juego con música gongorina (hipérbatos, relaciones sorprendentes, encabalgamientos, neologismos, paradojas, paronomasias) que nos recuerda que en la actualidad vivimos en un nuevo barroco. La apariencia esconde verdades profundas, la ardua construcción de la belleza puede ser símbolo de autosuperación para quien sabe ver; el desnudo virtual ante una web-cam esconde soledades infinitas. Stripper virtual parece el poema capital de esta sección: Descubre, tras el deseo físico, el afán de eternizarnos desdoblándonos en nuevas vidas: Soy tiempo en otro tiempo y soy materia de asombro y plenitud en soledades. También descubre en su paradoja barroca nuestra pura simpleza: Un pájaro de fuego y una sombra, ninguno de los dos somos nosotros y somos, desvestidos, cuanto somos. Termina, por contraste, profundizando en la imagen de la desnudez, imagen de la humildad que no esconde nada, la sinceridad, la sencillez.

Écfrasis es una sucesión de cuadros, escenas, imágenes que siguen con el mismo eje temático del aire, el vuelo o las aves, bellamente descritas e interpretadas en su auténtica profundidad, a veces, inefable, y que llegan a evocar ese dar a la caza alcance con que Juan de Yepes describía su búsqueda. Sorprende la inclusión de referencias actuales, lúdicas, modernas, informales, aparentemente antipoéticas, como el referente futbolístico de Bandada.

El original Prólogo en el final del libro vuelve a recordarnos a Juan de Yepes en su afán de dar a la caza alcance, invitándonos a sumergirnos con ánimo en la inseguridad vital del viento. Por poner un pero, quizás la Nota final parezca más propicia para una cursiva bajo el título del Collage al que se refiere que para un poema final.

El poemario se condensa, actualísimo, contemporáneo, en las criaturas más cercanas al aire o al viento, el arjé de Anaxímenes, principio que da vida a todo, que todo lo sustenta, que sostiene a las aves o a las mismas palabras. Yo también he querido ser grúa algunas veces, sobre todo leyendo este libro.